Musgos: Guerreros contra el calentamiento global
Los musgos son diferentes a las plantas vasculares. Tienen raíces y hojas, pero sus raíces son distintas, aunque tienen crecimientos similares a los rizoides que los anclan al suelo. La diferencia principal con la planta común es que el musgo no cuenta con la tubería llamada xilema o floema, a través de la cuál se mueve el agua.
El musgo sobrevive recogiendo agua de la atmósfera, y cuándo se secan se rizan pero no llegan a morir o desintegrarse nunca, viven en animación suspendida para siempre. Es decir, podríamos decir que son inmortales.
A pesar de ser vistos cómo un problema, sin musgo nuestro ecosistema estaría perdido. Sirven como estabilizadores primarios cuando hay mucha perturbación y consiguen agregar más carbono y nitrógeno al sustrato. Es decir, cuándo vemos crecer musgo en el suelo, ajeno de encontrarse en malas condiciones quiere decir que este tiene gran vida y está ayudando a su erosión. Es por ello que no deberíamos luchar por eliminarlo, sino agradecer y apoyar su presencia pues será un elemento clave para luchar contra el calentamiento global.
Los musgos sientan las bases para que las plantas florezcan en los ecosistemas de todo el mundo. Esto hace que desempeñen un papel súper importante en la mitigación del cambio climático al capturar grandes cantidades de carbono.
La temperatura y la humedad del suelo es muy importante para el crecimiento del musgo, por eso es importante cuidar su bienestar.
Esta absorción es mucho mayor cuándo hay presencia de musgo, siendo seis veces mayor la magnitud a la suma de emisiones generadas por el uso de la tierra, pastoreo, tala de vegetación y prácticas agrícolas.
Resulta que los musgos son el alma de la fiesta de los ecosistemas vegetales. A las plantas en realidad les resulta muy rentable tener musgos como vecinos. Se han evaluado 24 formas en las que el musgo proporcionó beneficios al suelo y otras plantas. En parches de suelo donde había musgos, hubo más ciclos de nutrientes, descomposición de materia orgánica e incluso control de patógenos dañinos para otras plantas y animales.
En conclusión, ¡parece ser que el musgo es mucho más top de lo que pensábamos!