Petróleo, nuclear, gas y energías renovables: fuentes de energía en el mundo
El debate sobre el futuro de la energía está en pleno apogeo debido al cambio climático. No existiría la civilización sin energía, necesaria para el transporte, la calefacción, la refrigeración, la agricultura, la industria y los servicios. Y sólo podemos producirla a gran escala a partir de unas pocas fuentes.
La energía más inestable es la electricidad ya que su consumo mundial varía. Es mayor en Escandinavia, donde encontramos agua barata y abundantes recursos nucleares, en Corea del Sur, que ha apostado fuerte por la energía nuclear, en Norteamérica, siendo uno de los mayores contaminadores atmosféricos debido a su modelo de consumo, y en los países de la Península Arábiga, ricos en petróleo y gas. Por otra parte, el consumo de electricidad es el más reducido en la mayoría de los países económicamente subdesarrollados de África y Asia meridional.
Carbón
El primer motor de la revolución industrial fue el carbón, por eso las fábricas se establecieron principalmente en los lugares donde había más de este recurso, como en Gran Bretaña, el Ruhr, Sajonia, Silesia, Donbass o, por ejemplo, en el Este de Estados Unidos. El carbón sigue siendo una fuente importante a día de hoy debido a su coste, más barato que otros, su abundancia y la facilidad en su transporte. El problema es cómo sustituir la fuente de energía más «sucia». Aunque una buena noticia es que en 2017, la Unión Europea, en su conjunto, produjo por primera vez más electricidad a partir de fuentes renovables que de carbón. Sin embargo, en algunos países, sobre todo de Europa Central y los Balcanes, esa realidad sigue siendo difícil de imaginar.
Gas
Algunos países intentan combinar la energía solar y eólica con el gas gracias a su buena unión: las centrales eléctricas de gas pueden ponerse en marcha y apagarse rápidamente en función de las fluctuaciones del suministro de los parques eólicos y solares. Además, las emisiones del gas son menores que las del carbón.
En Europa, este es el camino que sigue especialmente Alemania, aunque el mayor proveedor europeo y el segundo productor mundial es Rusia. Aparte de Rusia, la mayor parte del gas natural se encuentra en Oriente Medio y en Estados Unidos. Gracias a la tecnología del fracking, se han convertido en sus mayores productores, y debido a su situación aislada, se genera un auge del transporte de gas comprimido y refrigerado por mar en buques cisterna especiales. Los estadounidenses extraen la mayor parte del gas en Texas y Pensilvania. Sin embargo, los yacimientos de fracking también se encuentran en la vasta y poco poblada pradera del Medio Oeste.
Petróleo
Donde hay gas, suele haber petróleo. Estados Unidos se sitúa a la cabeza de su producción, sin embargo no son autosuficientes y necesitan importarlo de otros países.
En el hemisferio oriental, los principales productores son de nuevo Rusia y Oriente Medio, así como varios países africanos.
Emisiones
Los países ricos en hidrocarburos suelen ser también los mayores » incineradores», es decir, los que producen más emisiones de dióxido de carbono per cápita. Sólo los países desarrollados compiten con ellos en estas cifras.
Además de emitir gases de efecto invernadero, la combustión de carbón, gas y petróleo también tiene consecuencias más directas: libera una serie de sustancias en el aire que amenazan directamente la salud. Según estimaciones de la ONU, la contaminación atmosférica mata a unos 7 millones de personas al año, y además, ocasiona unos costes de 5 billones de dólares al año. El economista Anil Markandya y el politólogo Paul Wilkinson intentaron calcular cuántas vidas humanas se cobra la producción de energía según cada fuente: el carbón fue la peor, la energía nuclear la mejor.
Energía nuclear
Actualmente es la mayor y más fiable fuente de electricidad sin emisiones. Entre sus ventajas encontramos la estabilidad de la red de suministro, un funcionamiento relativamente barato, una pequeña cantidad de residuos y una elevada seguridad. La desventaja son los grandes costes de adquisición, la preocupación pública por las consecuencias de un posible accidente y los problemas de almacenamiento de los residuos radiactivos.
La mayor ventaja de la energía nuclear es su tecnología probada y conocida. En caso de decisión política, es posible implicar grandes volúmenes de producción con relativa rapidez. Así ocurrió, por ejemplo, en Francia, cuando en sólo 10 años, entre 1976 y 1986, la cuota de electricidad producida a partir de energía nuclear pasó de menos del 8% a más del 70%.
Fuentes de energía renovables
También encontramos fuentes de energía limpia, sobre todo el agua, el sol y el viento. Sin embargo, a pesar de su rápido crecimiento en los últimos años, siguen siendo muy minoritarias.
Los 10 países que utilizan un mayor porcentaje de energías renovables son: República Democrática del Congo (96,24%), Somalia (95,03%), República Centroafricana (91,26%), Uganda (90,22%), Gabón (89,88%), Etiopía (88,92%), Liberia (87,24%), Guinea-Bissau (86,24%), Tanzania (85,22%) y Burundi (84,77%).
Agua
Las centrales hidroeléctricas tienen un suministro fiable de energía y son relativamente baratas. Pero también tienen algunas desventajas, por ejemplo, los valles inundados obligan a desplazar a la gente y también tiene un impacto negativo en la vida en el río.
Viento
Otra fuente de energía renovable es el viento, especialmente eficaz en mares, por su mayor velocidad y estabilidad. La costa del Mar del Norte es una de las regiones más adecuadas para las centrales eólicas de todo el mundo.
Sol
También se habla cada vez más de las centrales solares. En los Emiratos Árabes Unidos han puesto en marcha el mayor parque solar del mundo, con una capacidad de casi 1,2 GW, capaz de suministrar electricidad a 90.000 personas. China también ha puesto en marcha una central solar en un lago, y hay proyectos similares en los Países Bajos, Japón y el Reino Unido. Por suerte esta tecnología evoluciona muy deprisa y las posibilidades pueden ser completamente distintas en poco tiempo.